lunes, 31 de octubre de 2011

Bien por Ubuntu !

Ubuntu llegará a los smartphones y tablets

Mark Shuttleworth, fundador de Canonical ha dado una noticia que puede ser muy relevante. La popular distribución de Linux, Ubuntu llegará a los smartphones y tabletas, así como cualquier otro tipo de dispositivos que tengan una interfaz táctil.

Los planes de Canonical pasan por llevar a Ubuntu a todos las formas de computación personal, ya sean teléfonos inteligentes, tabletas o pantallas táctiles inteligentes. Este pensamiento corresponde con una tendencia que se está dando cada vez más, los usuarios cada día usan una gama más amplia para realizar todos los procesos que hacen al cabo del día.

Los planes que tiene Canonical para extender Ubuntu a este tipo de dispositivos serán presentados en la Conferencia de Desarrolladores que se celebra esta semana en Orlando.

Soberanos irresponsables.

A partir de que Lázaro Cárdenas expulsó del país al Jefe Máximo Plutarco Elías Calles en 1936, los presidentes "emanados de la Revolución" gobernaron bajo el principio de que el poder no se comparte. La "unidad revolucionaria" en torno al soberano del país empezó a resquebrajarse en 1987, cuando Cuauhtémoc Cárdenas abandonó el PRI para buscar la presidencia fuera del partido. Este desafío a Miguel de la Madrid reapareció contra su delfín: Carlos Salinas de Gortari, especialmente desde que pareció buscar la reelección o un nuevo maximato, contra las reglas del sistema. Lo desafiaron los sindicatos (sobre todo el petrolero) y luego los que (también contra las reglas) volvieron a la tradición de magnicidios y alzamientos. Así terminó el larguísimo paréntesis de renuncia a las armas en la lucha por el poder, bajo un mando único, dentro de un partido único. Se desató el aspirantismo y reapareció la violencia. "Los demonios andan sueltos" -dijo un alto funcionario salinista.

Con Ernesto Zedillo, segundo delfín de Salinas (después del asesinato del primero), los desafíos llegaron a la mismísima federación, un fantasma temido desde la rebelión de Chiapas. Zedillo tuvo que aceptar la soberanía de Roberto Madrazo, que se apoderó de Tabasco, gastando en su campaña para gobernador más que Bill Clinton en la suya para presidente de los Estados Unidos. Sin salir del PRI, pero contra las reglas, Madrazo no le debió la gubernatura al presidente; y llegó al extremo de amenazarlo con hacer de Tabasco una república separada. No creó un Partido Socialista Radical Tabasqueño (como su antecesor Tomás Garrido Canabal, antes de la fusión de todos los partidos revolucionarios en uno), sino que usó la marca PRI, como una especie de franquicia autónoma, para hacer suyas las estructuras de poder local. Lo más importante de todo es que su audacia quedó impune frente al rayo fulminante de la soberanía presidencial, que ya no funcionó.

Desde entonces, las gubernaturas son soberanías que no le rinden cuentas a nadie. Tienen a su favor la Constitución, que las legitima como gobiernos de "estados libres y soberanos". Tienen dinero como nunca, congresos, tribunales y policías para hacer su voluntad. Tienen mañas para abusar impunemente y escapar al escrutinio local y federal. Madrazo fue descalificado en un maratón internacional por hacer trampa, pero su propio partido no lo descalificó cuando hizo trampa y se impuso como candidato presidencial, con el resultado histórico de que el PRI quedara en tercer lugar y perdiera la presidencia. No ha sido enjuiciado, a pesar de sus abusos en Tabasco y en el PRI. De igual manera, Arturo Montiel sigue disfrutando impunemente de los ahorros que acumuló en el gobierno del Estado de México. Y Humberto Moreira encabeza el PRI, a pesar de sus abusos en el gobierno de Coahuila. Los gobernadores del PAN y el PRD han tenido las mismas ventajas.

La irresponsabilidad de los gobernadores prospera con un gasto público poco transparente que les permite equiparse, contratar reflectores favorables y repartir favores soberanos con dinero que reciben como participación en los impuestos y aportaciones federales, como préstamos del sistema financiero, como recaudaciones locales y como no se sabe qué, ni de quién.

Al 31 de marzo de 1993, los estados y municipios debían 18 millardos de pesos. Al 31 de marzo de 2011, su deuda había aumentado a 315 millardos, o sea 17 veces (sin tomar en cuenta la inflación, cuyo índice aumentó seis veces). Esta multiplicación varía de unos estados a otros, y en muchos supera las 17 veces: 27 en el caso de Guanajuato y Nuevo León, 33, 35 y 38 en Coahuila, Nayarit y Chiapas, 54 en el Distrito Federal, 63 en Veracruz, 86 en Puebla y 131 veces en Hidalgo y Michoacán (cálculos con cifras del portal de la SHCP / Estados).

El caso de Coahuila es notable porque, de 1993 a 2006, la deuda tuvo un crecimiento mínimo (muy inferior al promedio nacional); pero de 2006 a 2011, mientras el promedio nacional se multiplicó por dos, la deuda de Coahuila se multiplicó por veinte. La hazaña histórica corresponde a los años del gobernador Humberto Moreira (1° de diciembre 2005 a 4 de enero 2011). Pero los cálculos se basan en sus informes oficiales a Hacienda, que resultaron falsos. La deuda que dejó no era de 8 millardos de pesos, sino de 32; no se multiplicó por veinte, sino por ochenta. Esta lección del profesor Moreira será estudiada y aprendida por todos los gobernadores.

Hay muchas acciones posibles (locales y federales, oficiales y ciudadanas) para evitarlo. En primer lugar, de transparencia. También de condicionamiento de las fuentes financieras. Por ejemplo: crear un catastro federal, calcular la recaudación local que deberían producir los impuestos prediales, contraponerla con la recaudación que se obtiene realmente y cargarle la diferencia al gobierno local, deduciéndola automáticamente de las participaciones que le toquen de los impuestos federales.

Entre los países de la OCDE, México es el que recauda menos impuestos prediales: 0.2% del PIB, frente a los Estados Unidos, Canadá y otros que recaudan 15 o 20 veces más. La diferencia rebasa ampliamente el 2% del PIB de recaudación adicional que se ha buscado con el IVA (empeorando la desigualdad) o con impuestos al empleo (favoreciendo el desempleo). Para los gobernadores resulta más fácil cabildear miles de millones con los amigos de la capital que cobrar la millonésima parte a cada uno de los predios locales, empezando por el problema de localizarlos.

Un catastro federal a cargo del INEGI, que ya tiene fotografías aéreas de todo el territorio nacional y levanta los censos de vivienda, podría estar disponible en la internet (como en otros países) y servir transparentemente para toda clase de consultas, por ejemplo: para facilitar el registro público de la propiedad y dar seguridad jurídica a los propietarios, compradores y vendedores inmobiliarios. Si cada propiedad se vincula con su número predial, un clic desplegaría la información pública correspondiente: plano, superficie, clasificación, avalúo, propietario. (Véase en Google: Multipurpose cadastral systems.)

Gabriel Zaid.

jueves, 27 de octubre de 2011

¿Qué el gobierno haga algo?

Tengo un primo que estuvo en el tutelar por asalto a mano armada, después de salir de dicho lugar, estuvo vendiendo "vino adulterado". Su madre y hermanos estaban felices, por que vendía veneno mezclado con un veneno todavía peor. Decían que era bueno, y que ganaba buen "dinero fácil" con ello. ¿Qué podía hacer el gobierno para corregir la educación que en casa dio mi tía a su hijo?

Tengo un primo que ya padeció sífilis, gonorrea y se infestó de pedículus humanus pubis (piojos genitales), aunque está casado y tiene ya dos niñas "adora a las prostitutas". Por suerte en la actualidad está sano (o eso espero), y dice que "ya es especialista en enfermedades de transmisión sexual" (aunque no terminó la escuela preparatoria). Justo hoy fue a gastar otros $550.oo pesos en una ramera, y se mantiene un poco preocupado de no saber si ya contrajo VIH. Su padre (mi tío), a corta edad lo llevó con una prostituta, "para que se hiciera hombrecito" y supiera "qué es estar con una vieja".

¿Qué podía hacer el gobierno para corregir la educación que en casa dio mi tío a su hijo? ¿Por qué mi tío no acudió a donde se les explique sobre educación sexual y no a las "agencias de masajes"?

Tuve un tío, el "Tío Vicho" (Víctor) que murió hace dos años por alcoholismo, de joven era bravo y broncudo, le llamaban "El Burgués". El me platicaba como se encerraba con mujeres, pues él "era el chido", el que cargaba "la cocais", el guapo y fornido (y claro que de joven lo fue, y de sobra). Se internó en centros de recuperación para drogadictos y alcohólicos cantidad de veces. En una ocasión, estando él "en reposo", en casa de mi madre, en la madrugada empezó a gritar: - Las arañas, ¡Maten a las arañas! ¡¡¡Las arañas!!! - cuando corrimos a su recámara mi madre y yo, lo vimos saltar de un lado a otro de la cama, despierto, asustado, con esos ojos gigantes de drogadicto asustado, por fin lo pudimos controlar. ¡En esa limpia recámara no había ningún ataque de arañas gigantes!

¿Qué podía hacer el gobierno para corregir la ruta que mi tío fue fortaleciendo entre familia y amigos, hasta lograr su muerte? Mi abuela siempre dijo: Son hombres, deben ser cabrones y mujeriegos. ¿Esto lo podía corregir el gobierno? ¡Si ni en casa interesó! Cuando Víctor murió, mi abuela y yo contamos 34 botellas de alcohol del 96 de 300ml (el que se usa para curar heridas) encontradas debajo de su cama.

En México, mi país, cada que tenemos un terremoto o inundación la gente se pelea por la ayuda que llega de fuera y del propio gobierno. Mientras algunos tratan de salvar su vida, otros entran a casas de hermanos y vecinos para ver que se roban, de preferencia en la noche, "cuando es más fácil", sino es que los propios policías, militares y rescatistas encueran las casas. En Japón, hace unas semanas tuvieron una contingencia nuclear, la gente, damnificados, aun con hambre, esperaban formados agua y alimento, ayudaban a quien podían ayudar, "nadie robó nada", y se publicó a Japón como un pueblo organizado y moral por todo el mundo. Un ejemplo a seguir, un país que "aun con hambre y oliendo muerte" se sabe formar y esperar un turno, donde los ancianos son sabiduría y no un estorbo. ¿Qué podría hacer el gobierno mexicano para corregir a un pueblo desorganizado, indiferente, amoral, semireligioso y conformista, novelero y bebedor?

Hace unos días, estando dos niños menores de quince años "jugando" en casa, uno embebió al otro con un solvente y le prendió fuego. ¿Necesitamos un policía en la sala - comedor de cada casa? Mientras, en otra colonia, una mujer permitía que su propio amante violara hasta la saciedad a su hija menor de edad, siendo esta testigo ocular y presencial, "para que no buscara el hombre algo en la calle y no le fuera infiel" ella mejor ofrecía a su propia hija. ¿Que el gobierno haga algo? A una mujer no le importa su propia hija, ¿Cómo cambia esto el gobierno?

¿Qué hará el gobierno para tirarnos los televisores a la basura y meternos la cabeza en los buenos libros?

¿Qué hará el gobierno para mantener a los treinta vagos, alcohólicos y drogadictos que se juntan en la esquina de mi negocio y de mi casa? Si sus "mamis" los quieren tanto.

¿Cuál gobierno? ¿El de hace 100 años o el de hoy...? O peor, el gobierno de mañana... donde estarán tus hermanos y nietos... ¿Que el gobierno haga algo?

No estoy de acuerdo en quejarme del gobierno, pues uno u otro partido están "lleno de mexicanos", como yo, mexicano. Esos que tuvimos una revolución que nos enorgullece, donde soldados por un lado y revolucionarios por el otro violaban ancianas, mujeres y niñas, delante de sus hermanos, maridos e hijos, que después de presenciar el evento serían asesinados, sino torturados antes de esto. Y además, quemaban los cultivos, robaban las gallinas, guajolotes y puercos... los puercos. Mexicanos contra mexicanos, como hoy.

Los cantores españoles y latinoamericanos "saben" que viniendo en México ya se abrieron mercado, porque aquí, cualquier extranjero vale más que un mexicano. "El argentino" (dueño de una gran maquiladora de Guadalajara), siendo patrón y buen amigo de mi primo "El Chivigón", en una ronda de cervezas le confesó: - Alberto, aquí en México españoles y argentinos vivimos felices, llegamos a pedir permisos y hacer trámites y los mexicanos nos tratan mejor que a sus propios compatriotas, nos brincamos filas y ahorramos tiempo gracias a ustedes, las mujeres, por alguna razón, aunque seamos horribles, siempre nos sobran. -

¡Viva México Cabrones! ¿Viva México? ¿Qué parte de México? ¿Los idiomas indígenas que nos avergüenzan o los tenis Nike que utilizamos? ¡Viva México! ¡Grítalo aquí!, en nuestras fiestas patrias, porque cuando te paras en China o España agachas la cabeza, pa' que no te vean que eres mexicano.

El presidente de mi país dice que acabará con el narco... NO, no es así. Cuando los medios de comunicación le piden resultado él no debe de prometer que terminará con los transportadores y productores de la cocaína, debe de pedir que revisen a "sus hijos" la nariz pa' ver que se están metiendo... ¿quién creen que se está aspirando tantas toneladas de polvo blanco? ¿Los extraterrestres?

¿Qué hará el gobierno para que dos de mis vecinos dejen de querer modificar, pintar y rayar mi propiedad?, ¿Qué hará el gobierno para que mi vecina deje de arrojar los excrementos de sus perros en mi azotea?, ¿Qué hará el gobierno para que mi vecino deje de fumar marihuana junto a mi tanque de gas desde las 8:00 a.m., cuando sus padres se van?

Que si la policía es corrupta... tengo familiares y amigos policías, y sí, (no todos, pues estamos también llenos de héroes anónimos) pues no entran a ese oficio ni por lo seguro del oficio ni por el sueldo. Los médicos, que recién fueron testeados en examen, no tuvieron aprobación científica ni en 5%... ¿Qué va a hacer el gobierno? ¿Ponerles orejas de burro a todos los que traen batas blancas porque sus pacientes no importan y se mantienen en hospitales solo por las prestaciones, esperando jubilarse tempranamente?

En Huentitán, donde vivo, hace dos años un joven murió a balazos... y no, no fue víctima de la delincuencia, fue víctima de su estupidez. Los de "Los departamentos" contra "Los del panteón" se apedreaban hacía meses o años, un día, uno sacó cuete pa´ darles a los otros, y las pedradas se han convertido en balaceras. Los encuentros se dan entre las 9:00pm y las 3:00am, ¡Que el gobierno haga algo! Si a sus propias madres no les importa que se maten unos a otros, y como son menores, "no pueden ir a prisión" todavía. Eso sí, a los que han sido recogidos por patrullas, acude la familia rápidamente a buscar hacia donde se los llevaron para liberar a sus angelitos. Se tatúan a "La Virgencita" en un brazo y "Una pistola" en el otro.

¿Que el gobierno haga algo? Sí, tienen parte importante, pero organizados no necesitamos ni a un gobierno. El gobierno no es y no puede ser más que "administrador".

¿Que el gobierno haga algo? ¿Qué va a hacer el gobierno para que tu familia y la mía no insulte ancianos, respete a los niños, evitemos las drogas, enseñemos "valores" en casa? ¿Qué hará el gobierno para que no gastemos "más" de lo que podemos pagar? ¿Cómo el gobierno va a "desinflar" esos senos jugosos de grasa por comer 10 veces más calorías de las que requerimos? ¿Cómo el gobierno nos pondrá a caminar 2 kilómetros diarios o a trotar 10 minutos por día?

¡Que el gobierno haga algo! Porque las calles están llenas de perros y gatos abandonados, porque NO ENTENDEMOS que son seres vivos que respiran, aman y sienten. Porque tu familia y la mía tira a las mascotas cuando crecen y se hace obvio que "no son de raza". Porque todos esos perros y gatos sin raza que están en las calles son como yo, pues soy una mezcla de Mayas, Aztecas, Españoles y Árabes, y ¿quién sabrá de que más? Yo, como los perros amarillos. ¡Que el gobierno haga algo! Para que mis jóvenes vecinos (casi niños) ya no electrocuten gatos ni los "hagan explotar", a veces desechos con vidrio o raticidas que "compra sus madres" en cualquier ferretería.

¡Que el gobierno haga algo! Porque en el Sanatorio que está entre Circunvalación y Artistas hay una mujer abandonada que dio a luz un niño hace tres días, no hay quien pague la cuenta ni quien la acompañe en su bendición.

¡Que el gobierno haga algo! Porque mis tíos que viven en Los Estados Unidos de Norteamérica cruzan las calles por las esquinas, no tiran basura, no manejan bajo los efectos del alcohol..., porque allá te dan "un ticket" o multa, hay cámaras en las calles y te pueden arrestar o quitar la licencia sino es que te arrestan. ¡Que el gobierno ponga más cámaras! Como las del periférico de la zona metropolitana de Guadalajara, que multaron a más de 2,300 tapatíos en una semana, porque NO SABEMOS LO QUE SIGNIFICA 80km por hora max. Porque aquí lo "chido" es rebasar a exceso de velocidad y matar perros, niños y ancianos, aquí es "chido" burlarnos de los pendejos que obedecen las reglas y al prójimo. Porque Cristo y Gandhi nos enfadan, los chidos son Hitler y Napoleón, ¡Arriba los narcocorridos y la música de banda! ajúa. ¡Que el gobierno nos presente a Vivaldi, Mozart y a Silvio Rodríguez!

Porque aquí "el que no es transa no avanza", porque en la "normalidad" somos gandallas. Porque lo "normal" es quedarte el billete que otro tiró en el piso, el "anormal" regresa el billete a su dueño. Porque el "normal" no hace caso al profesor y se burla en su cara, el "anormal" hace tareas, estudia y se prepara. Porque el "normal" grita, mienta madres y es agresivo, el "anormal" es callado, respetuoso y tranquilo. ¡Que el gobierno haga algo! Porque es "normal" que no entendamos entre lo moral y lo indecente.

¿Que el gobierno haga algo? Producimos los libros para el sur de América, ¡pero en México no se leen!

¡Que el gobierno haga algo! Porque en mi familia son famosas las telenovelas (no las novelas escritas), el refresco negro, la señora Chapoy y el fútbol, porque a mis tías y primos les enfada escuchar hablar de Sócrates, Platón, Aristóteles, Copérnico, Galileo, Kepler, Newton y Einstein... ¿quién diablos es John Nash? Porque los libros como la Biblia son adornos de casa, "no para leerse". Porque solo los idiotas pagan diezmos e impuestos. ¡Arriba las Chivas!, ¡Arriba el América!, ¡Arriba el Atlas!, ¡Vamos Chicharito! Porque en los clavados, tae kwon do y otros deportes, a los mexicanos campeones se les reconoce en todo el mundo, así como a nuestros ancianos y paraolimpistas medallistas, pero "me aburre" saberlo, pues a mi compadre no le gusta tomar cagüamas (ballenas ó chelotas) con esos temas.

¡Que el gobierno haga algo! Porque Martita es madre soltera y tiene tres niños de tres diferentes padres. Y ¡ya está embarazada otra vez!, y ¿sabes qué?, son "gemelitos" esta vez. ¡Que el gobierno haga algo! Porque aunque Martita "no sabe" ni quién es el padre, ella pide la "ayuda" del gobierno, porque también tiene a su madre en silla de ruedas y "no hay quien le tienda la mano".

Cuando personal del DIF fue a la primaria de mi sobrino Beto, ofreció la institución dar una comida "de calidad" por solo $5.oo pesos, un desayuno balanceado con agua de frutas o leche, proteínas, vegetales y carbohidratos de calidad. Las madres de los niños "se molestaron": - A mi hijo no le gusta la leche. - Mi hijo no come frijoles. - Mi hijo no come verduras - (mi primo, el padre de Beto y yo, no lo podíamos creer), así, hasta el día de hoy, los niños siguen comiendo frituras, hot dogs y dulces en el recreo. ¿Que el gobierno haga algo? Porque POR MAYORÍA DE VOTOS se despreció la ayuda de la institución.

Me asusta cada persona que dice: ¡Que el gobierno haga algo! Y cada que lo pedimos, ni siquiera decimos "QUÉ DEBERÍA DE HACER" Y "CÓMO SE PUEDE SUSTENTAR".

De cada 10 amigos que egresaron de la facultad conmigo, 8 dicen que en la escuela "no les enseñaron nada", ¿entonces porque no se salieron?

Soy José Alfredo de la Cruz Murillo, Médico Veterinario dedicado a las Pequeñas Especies y Diseñador de Espacios, vivo en Guadalajara, trabajo en mi municipio y en Zapopan, hago práctica médica privada, organizo charlas "gratuitas" en parque, iglesias y escuelas sobre biología y mascotas, SOY MEXICANO, pero mi familia y mi pueblo no anda nada bien, tengo miedo por mis 2 hijas y el futuro que les espera. Puedo presumirte a mis familiares y amigos médicos, abogados, contadores, arquitectos y morales... pero hoy no es el tema.

Por el gobierno de este sexenio no podremos hacer nada, pero el que viene en 24 años será un ejemplo mundial, porque allí estará un hijo tuyo, y tú, lo educarás de forma ejemplar: con valores, formación científica, calidad humana, decencia y lo más importante, responsabilidad.

jueves, 13 de octubre de 2011

Jobs - Un gran vendedor.

por Feliciano Tisera.

Confieso que tal catarata de reacciones, que muchos de ustedes habrán padecido –algunos quizás disfrutado–, me sorprendió. Habíamos visto manifestaciones de pesar popular masivo ante la muerte de grandes ídolos del arte, la filantropía, la política o el deporte, pero no recuerdo nada parecido ante la muerte de un empresario.

Y Jobs era un empresario. Muy bueno, sí. Pero no fue un benefactor de la humanidad ni un artista que deja un legado perdurable. Su muerte sólo debería ser llorada por sus familiares y amigos.

Creo que nunca en mi vida había leído tantas veces repetida en tan poco tiempo la palabra “visionario”. Pensé: ¿fue realmente un visionario? Seguro, porque tomaba lo que había y lo lanzaba hacia adelante. Y lo hacía mejor que nadie. Aquello en lo que Jobs descolló fue resumido, magistralmente en el último número de The Economist, en una nota titulada El Mago: “Una y otra vez, tomó una idea ya existente pero no desarrollada plenamente—la computadora manejada con un ratón, el reproductor de música digital, el smartphone, la tableta— y le mostró al resto de la industria cómo llevarlas a cabo adecuadamente”.

Mostró esa habilidad desde sus comienzos, cuando siendo un joven en su temprana veintena creó una compañía junto a su amigo y socio Steve Wozniak en un garaje, sin un dólar pero con mucha creatividad y ambición, y pocos años después ya cotizaba en bolsa e innovaba en el naciente sector de los ordenadores personales. Carente de conocimientos técnicos, tenía una ambición desmesurada y sabía convencer de que hicieran lo que él quería a quienes sí podían hacerlo.

Un claro ejemplo de esta gran habilidad fue su participación en la compañía de animación Pixar, que compró en 1986 y que se convirtió en el gran referente de los filmes de animación de finales del siglo XX y comienzos del XXI. Veinte años más tarde, Jobs vendía Pixar a la Disney, convirtiéndose así en el mayor accionista de la gran multinacional del entretenimiento e incrementando su fortuna.

Pero Jobs no fue el creador de las películas de Pixar, sino el impulsor de una tecnología como jefe de una empresa. No fue un creador de obras de arte que expandieran el alma humana, ni un filántropo que luchara por mejorar la vida de sus semejantes, ni un actor político que entregara su vida en pos de sus ideales. Ni siquiera un deportista que llenara de alegría con sus proezas a millones de seguidores.

Jobs fue un vendedor. El mejor. Un hombre de empresa. El mejor. Un mago del comercio que supo mejor que nadie infundir en sus consumidores una filosofía de la pertenencia a un grupo selecto de manera tan efectiva que en sus últimos tiempos ni siquiera importaba que hubiera logrado una masividad absoluta con, por ejemplo, más de 70 millones de iPhones vendidos. Uno seguía siendo un privilegiado por pertenecer a la tribu de Apple. Y, como reza el viejo eslogan publicitario de American Express, “Pertenecer tiene sus privilegios”.

Con el halo de misterio que, dada su acerada visión del marketing, rodeó a cada uno de sus lanzamientos, supo hacer que los millones de consumidores de Apple se sintieran unos privilegiados. Su más famoso eslogan publicitario fue el “Think different” de 1997, que se sigue mirando con devoción. Aunque los pertenecientes al grupo selecto sean ya decenas de millones.

A tal punto llegaban sus habilidades marketineras que generaba devoción sin hacer relaciones públicas ni regalar gadgets a periodistas ni a potenciales líderes de opinión. No le sobaba el lomo a nadie. Dicen que la más efectiva política de relaciones públicas de Apple consistía en dejar de invitar a sus eventos o de enviar sus comunicados a quienes hablaran mal de sus productos. Y si trabajas en el sector de la tecnología, no puedes quedarte desconectado de la empresa líder. ¿Cómo puede todo eso haber sido investido de una pátina cool? Con la gran habilidad publicitaria de Jobs. Apple es percibida como cool con la misma lógica que impera en el sector del entretenimiento nocturno: la discoteca más in es aquella a la que es difícil acceder, o la más cara, aquella de la que más gente se queda afuera.

Si a la fascinación que generaba Jobs y sus productos le sumamos la fascinación que sentimos los seres humanos ante las muertes trágicas en el pináculo de una trayectoria vital, tenemos una tentativa explicación al furor tecno-popular generado por su muerte.

La muerte de Jobs tuvo visos de tragedia porque cercenó la vida de un hombre que aún tenía muchos años de trabajo y muchos nuevos productos por presentar. Jobs, con 56 años, murió joven, porque aún tenía mucha vida por delante. (A nivel personal, siempre es trágico que un cáncer se lleve la vida de quien tenía aún mucho tiempo por delante para compartir con su familia y amigos, pero lo personal –que debería ser lo único importante- no importa aquí). Parece que los integrantes de la masa virtual sintieron que la tragedia tenía algo que ver con ellos. Quizás sea que la muerte antes de tiempo de alguien exitoso suele generar empatía y simpatía. ¡Pobre, todo lo bueno que se perdió!

La fascinación por la muerte de Jobs fue favorecida por los tiempos que corren. Las revueltas populares (véase mundo árabe) o los movimientos sociales (véase indignados en España e Israel) se convocan y difunden a través de Twitter y Facebook. Las muestras de “dolor” por la muerte de un gurú tecnológico se manifiestan masivamente a través internet y las redes sociales. No sólo fue el mejor CEO (o sea, el que mejor dirigía las capacidades de sus trabajadores para lograr buenos productos), no sólo era el que mejor vendía, no sólo murió joven y en el cénit de su carrera, no sólo era cool (para quienes era cool), no sólo supo sacar mejor partido que nadie a la pátina de misterio en torno a su figura y a su compañía (pocas cosas más poderosas que el secreto), sino que además murió en la época perfecta para ser canonizado por las masas tuiteras.

También hubo mucha gente extraña que se apersonó en las diferentes oficinas de la compañía llevando manzanas-tributo, o blandiendo como estandartes religiosos con una vela de luto en la pantalla los productos que el propio Jobs les había vendido: no sólo les vendió el producto, sino que logró que tras su muerte vayan y le hagan publicidad gratuita. Un gran vendedor.

lunes, 10 de octubre de 2011

El soneto de Lope de Vega.

Un soneto me manda hacer Violante;
en mi vida me he visto en tal aprieto;
catorce versos dicen que es soneto,
burla burlando van los tres delante.

Yo pensé que no hallara consonante,
y estoy a la mitad de otro cuarteto,
mas si me veo en el primer terceto,
no hay cosa en los cuartetos que me espante.

Por el primer terceto voy entrando,
y aún parece que entré con pie derecho,
pues fin con este verso le voy dando.

Ya estoy en el segundo, y aun sospecho
que voy los trece versos acabando;
contad si son catorce y ya está hecho.

viernes, 7 de octubre de 2011

La porno.

Hasta ahora nadie ha parecido reparar en la crisis que se avecina, si es que no hemos rebasado ya el punto de arranque: nos acercamos peligrosamente al momento en que no habrá más mexicanas famosas que desnudar en las revistas. Aceptémoslo, los fichajes más recientes de las publicaciones que se han hecho rentables por unir el mundo de los medios masivos de comunicación y el de la pornografía demuestran los grados de desesperación de la industria. Al parecer, la única alternativa que les queda es la de incluir a Alejandra Guzmán en su catálogo –y quién quiere ver eso– o la de seguir buscando a modelos con nombres parecidos a Wendy Pérez, Jennifer Guadarrama, Simmonne Rodríguez para reproducir una y otra vez las mismas anodinas sesiones fotográficas, los mismos carteles promocionales tamaño natural y los mismos pálidos temblores matinales de oficinistas que se detienen en puestos de revistas mientras esperan a que el semáforo dé el rojo.

De la idea de desnudar a hombres famosos ni hablar; una sociedad que tiene la necesidad de dividir vagones de mujeres y de hombres en el metro no está preparada para nada.

“Todo es, a final de cuentas, folclore. Somos buenos para pelear y somos malos para la cama”, escribió Bolaño en “Los mitos de Chtulhu” (El gaucho insufrible), y aunque no tiene nada que ver, parece que incluso hemos sobrevalorado el poder de la pornografía. En su novela 1984, George Orwell fue muy claro al otorgarle a Pornosec­­ –el departamento del Ministerio de la Verdad dedicado a la producción y distribución de pornografía– el valor máximo del secreto: salvo los pocos empleados dedicados a ello, nadie tiene una mínima idea de lo que allí sucede

La relación entre verdad y pornografía también está presente en “Anuncio”, el cuento de Juan José Arreola en el que se hace público el lanzamiento de Plastisex©, la muñeca que libera a las mujeres de sus tareas eróticas y, así, les permite instalar “para siempre en su belleza transitoria el puro reino del espíritu”. Esta torcida idealización responde, por supuesto, a la ironía, pero si nos ponemos serios, el carácter obsceno de las obras literarias o artísticas –como la RAE define la pornografía– es el primer motor de una de las obras que todos conocemos sin necesidad de haber leído: si las esposas de los reyes Schahriar y Schahseman no se hubieran metido a la cama con más de un esclavo a la primera oportunidad, Schahrasad no habría tenido que justificar su existencia durante mil y una noches relatando historias para aplacar la ira del engañado.

La narrativa hispanoamericana moderna tiene una sintomática afición por la figura de la prostituta. De Santa a Diablo guardián, el prostíbulo es uno de los espacios preferidos en las novelas escritas por hombres: Onetti, Vargas Llosa, García Márquez, Arguedas, Donoso, Piglia y un largo etcétera. Uno de los escritores que por tópico se ha ganado el mote de asexual sometió al protagonista de “El aleph” a la tortura de descubrir que su amada Beatriz Viterbo le escribía cartas obscenas al cretino de su primo, Carlos Argentino Daneri: la contemplación de todos los espacios en un solo espacio pasa también por los bajos placeres de quien, se supone, debería ser casi una virgen, y ahí está contenido el gran drama del cuento.

A pesar de todo, recuerdo muy pocas descripciones de acostones que, en realidad, se me antojen. Cuando hay, el sexo en los libros que no tratan específicamente de sexo parece siempre un pretexto para hablar de otra cosa. Para no ser parcial –aunque sí caprichoso– citaré tres libros favoritos.

El primero, Todas las almas:

Que tenga la polla en la boca de Muriel es incomprensible (quién lo hubiera dicho hace sólo tres horas, cuando yo hacía tiempo para salir de aquí y me afeitaba vigilando la luz de la tarde y tal vez ella se pintaba los labios en el espejo del cuarto de baño de su casa o granja de Wychwood Forest pensando en un desconocido: los labios tan despintados ahora). Mucho más incomprensible que ir a tenerla, como la tendré muy pronto, metida en su sexo, pues en su sexo –es de esperar– no habrá habido nada durante las últimas horas, mientras que en su boca ha habido chicle y ginebra y tónica y hielo, y humo de cigarrillos, y cacahuetes, y mi lengua, y risa, y también palabras que yo no he escuchado.

El segundo, Bonsái:

Las rarezas de Julio y Emilia no eran sólo sexuales (que las había), ni emocionales (que abundaban), sino también, por así decirlo, literarias. Una noche especialmente feliz, Julio leyó, a manera de broma, un poema de Ruben Darío que Emilia dramatizó y banalizó hasta que quedó convertido en un verdadero poema sexual, un poema de sexo explícito, con gritos, con orgasmos incluidos. Devino entonces en una constumbre esto de leer en voz alga –en voz baja– cada noche, antes de follar. Leyeron El libro de Monelle, de Marcel Schwob, y El pabellón de oro, de Yukio Mishima, que les resultaron razonables fuentes de inspiración erótica. Sin embargo, muy pronto las lecturas se diversificaron notoriamente: leyeron El hombre que duerme y Las cosas, de Perec, varios cuentos de Onetti y de Raymond Carver...

El tercero, 2666:

Luego notó que la mano de Ingeborg cogía su verga y lo masturbaba y con su mano levantó el camisón de Ingeborg hasta la cintura y buscó su clítoris y comenzó a su vez a masturbarla, pensando en otras cosas, en su novela, que avanzaba, en los mares de Prusia y en los ríos de Rusia y en los monstruos benéficos que moraban en las profundidades de la costa de Crimea...

Citas como éstas me hacen pensar, igual que los personajes, en todo menos en lo que está pasando, y me recuerdan además el divertido blog 69 malos polvos de la literatura colombiana, dedicado a documentar malas escenas sexuales en los libros. Me pregunto si ya es hora de aceptar el uso del Instant article wizard para casos como éste, un software que por algunos dólares te asegura la redacción eficaz de textos incluso si no sabes nada del tema. O quizá es que ya se está usando y estos son los dramáticos resultados.

En contraste, uno de los críticos literarios más serios en la blogsfera española, Juan Mal-herido, presentó un video en el Encuentro Interestelar de Bloggers (Gijón, 12-13 noviembre 2010) titulado “Mi idea de una conferencia” , en el que la pornografía ocupa un lugar completamente opuesto: si para los escritores el sexo es una cuestión literaria, el trabajo de Juan Mal-herido –y no sólo su video, sino toda su crítica– comprueba que en realidad la literatura es un ejercicio pornográfico.

Quizá sea cierto que todo es apenas folclore, y las tangas intercambiables que nos venden en los puestos de revistas muestran lo que la gente en verdad desea ver, aunque realmente no vea nada.

Jorge Téllez