jueves, 31 de mayo de 2012

Anuncia Telmex inversión de 45 millones de dólares en Q.Roo

Un techo financiero superior a los 45 millones de dólares invertirá en Quintana Roo, Teléfonos de México (Telmex) para concretar la transición a la fibra óptica mediante un agresivo plan de banda ancha, lo que permitirá modernizar los servicios de telecomunicaciones y dar una mayor velocidad en el flujo de voz, datos e imágenes, además de buscar ser competitivos en los alcances de la Nube (espacio virtual donde circula y se almacena la información), indicó el director Divisional Sur de la empresa, José Reynoso del Valle.

Entrevistado en el marco de la inauguración del seminario Conexión Negocios 2012 Ideas y Soluciones para Crecer, dirigido a las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes),  refirió que debido a que el estado representa la quinta economía más importante del país en el uso de nuevas tecnologías, Telmex pretende concluir la migración a esta plataforma en el primer trimestre de 2013. De esta forma se tendrá un servicio más competitivo con velocidades que pueden alcanzar hasta los cinco megabits por segundo.

Explicó que Telmex esta destinando la mayor parte de sus inversiones a expandir su red de fibra óptica de alta velocidad, por lo tanto evalúan las áreas urbanas a las cuales destinará este plan de transición que para finales del año abarcará unos 15 mil usuarios, así como corredores comerciales.

Dijo que actualmente la mayor parte de la red de fibra óptica de la empresa llega hasta los nódulos de distribución y el resto hacia los hogares, circulan por cableado de cobre, de tal suerte que al migrar a la banda ancha a través de este despliegue se tendrá una mayor calidad en el servicio.

"Lo que está haciendo la empresa son inversiones para desplegar tecnología a fin de ofrecer más velocidad, lo que permitirá tener un servicio de calidad en el manejo de voz, datos e imagen, sin ningún costo adicional a los usuarios, ya que esta transición es parte de las mejoras del servicio", explicó.

Asimismo mencionó que se encuentran en pláticas con las autoridades del estado para el servicio de internet inalámbrico gratuito en sitios públicos, de hecho ya se cuenta con varios parques con esta plataforma, pero para la siguiente fase se busca signar más convenios y definir la inversión que permitirá contar con más espacios de libre acceso a la red.

martes, 29 de mayo de 2012

Discurso de Javier Sicilia - 28Mayo2012

Buenas días señora Josefina Vázquez Mota; señor Enrique Peña Nieto; señor Andrés Manuel López Obrador; señor Gabriel Quadri; buenos días hermanos y hermanas del MPJD; buenos días a la ciudadanía herida de esta nación. Muchas gracias por asistir a nuestra convocatoria*.

Antes de empezar a dar nuestra palabra, quiero, como siempre, leer unos versos; esta vez de Piedra de sol de Octavio Paz: “[…] el mundo nace cuando dos se besan,/ […] y las leyes comidas de ratones,/ las rejas de los bancos y las cárceles,/ las rejas de papel, las alambradas,/ los timbres y las púas y los pinchos,/ el sermón monocorde de las armas, […]/ el burro pedagogo, el cocodrilo/ metido a redentor, padre de pueblos,/ el Jefe, el tiburón, el arquitecto/ del porvenir, el cerdo uniformado,/ el hijo predilecto de la Iglesia/ que se lava la negra dentadura/ con el agua bendita y toma clases/ de inglés y democracia, las paredes/ invisibles, las máscaras podridas/ que dividen al hombre de los hombres,/ al hombre de sí mismo, se derrumban/ por un instante inmenso y vislumbramos/ nuestra unidad perdida, el desamparo/ que es ser hombres, la gloria que es ser hombres/ y compartir el pan, el sol, la muerte,/ el olvidado asombro de estar vivos/ […]”

Porque esta nación no termina de encontrar su camino, porque, como dicen esos versos de Paz, ha estado tomada en muchos sectores por la hipocresía, el cinismo y la delincuencia que tienen herido el corazón de la nación y hecho pedazos el cuerpo de la patria, y por nuestros muertos y desaparecidos, que son el rostro sin fin de esa herida, pedimos a todos un minuto de silencio.

Hace más de un año, permítanme recordarlo, porque el Alzheimer social y político en México es muy grave, el 28 de marzo de 2011, a raíz del asesinato de mi hijo Juan Francisco y de sus amigos, Luis, Julio, Gabo, y otras tres personas más, pronunciamos por vez primera “Estamos hasta la madre”, que se convirtió en la voz de miles. La exclamación fue acompañada días después por una carta con ese mismo título publicada en Proceso. Parte de ella y de ese “Estamos hasta la madre” estaba y continúa estando dirigido a ustedes, los políticos; la otra parte, a los criminales. Días después, el 8 de mayo, después de la larga marcha de cuatro días de Cuernavaca al DF, en la Plaza de la Constitución, leímos un discurso y propusimos seis puntos como el mínimo suelo que necesita la nación para salvar su dignidad, y sobre los que hablaremos en la segunda parte de este encuentro. En ese discurso, dirigido a todos, les dijimos particularmente a ustedes “que no (aceptaríamos) más una elección si antes los partidos políticos no (limpiaban) sus filas de esos que, enmascarados en la legalidad, están coludidos con el crimen y tienen al Estado cooptado e impotente”.

Les pedimos también a los Legisladores una Reforma Política amplia que incluyera revocación de mandato, referéndum, consulta e iniciativa ciudadana, plebiscito, voto blanco, candidaturas ciudadanas, reelección y limitación del fuero, e hiciera así más participativa la vida democrática. Les pedimos también una agenda de unidad que nos permitiera salvar la emergencia nacional en la que esta guerra contra las drogas y la corrupción de las instituciones nos ha sumido, y les advertimos que de empeñarse en su ceguera, las instituciones no sólo “se (convertirían) en lo que ya empiezan a ser, instituciones vacías de sentido y de dignidad, sino que las elecciones de 2012 (serían) las de la ignominia, una ignominia que (haría) más profundas las fosas en donde, como en Tamaulipas, están enterrando la vida del país”.

No hicieron ninguna limpieza honorable de sus filas, nos negaron la Reforma Política y nos han llevado a estas elecciones ignominiosas que han hecho salir a miles de jóvenes a las calles para encontrar el camino que ustedes cancelaron. Lejos de construir la unidad nacional sobre la que tanto hemos insistido, sus campañas electorales parecen la continuación de la violencia que nos azota por otros medios, una violencia que ahonda la fractura de la patria y de las fosas en donde en nombre del poder, de la soberbia y del éxito que debe obtenerse por cualquier medio y a cualquier precio, se empeñan en enterrar la vida de la nación. Aquí, señora Vázquez Mota, señor Peña Nieto, señor López Obrador, señor Quadri, hay víctimas que hablarán después de mí y que son el engendro del pudrimiento de las instituciones, de la represión de sus partidos y del crimen organizado. Mientras estas víctimas no han recibido un gramo de justicia ni de reparación a sus daños, mientras la marcha macabra de los señores de la muerte avanza en los territorios gobernados por sus partidos y los desaparecidos, los desmembrados, los descabezados, los levantados, aumentan; mientras la ciudadanía vive en la indefensión, ustedes y sus partidos gastan en campañas millonarias –la suya, señor Peña Nieto, es verdaderamente desvergonzada— y en demagogia –sus palabras de campaña frente a esa realidad están vacías–.

Ni para ustedes ni para sus partidos existen los casi 60 mil muertos, los más de 20 mil desaparecidos, los cientos de miles de deplazados, heridos y perseguidos, y las deceneas de miles de viudas y huérfanos que esta imbécil guerra contra las drogas nos está costando y cuyo número aumenta día con día; no existe nuestro sufrimiento; no existen tampoco las desapariciones y los asesinatos de los migrantes que llegan o pasan por nuestro territorio –no hubo una sola mención a ellos por parte suya en el debate en donde entre las mutuas acusaciones, la ocurrencia de la demagogia, y la edecán, ustedes sólo dieron el espectáculo de la frivolidad y de la lejanía que tienen frente a la nación–. Para ustedes, por lo tanto, no existen la emergencia nacional ni las miles de zonas tomadas por el crimen organizado ni los funcionarios de sus partidos coludidos con él ni el problema de la guerra. Se han contentado simplemente con hablar de la inseguridad, de acusar de corruptos a los otros partidos, y de proponernos enfrentar la inseguridad con más violencia. No han expresado ningún camino humano y a corto plazo para construir esa paz que tanto anhelamos y sin la cual las elecciones son sólo una simulación; no han siquiera pedido perdón a los ciudadanos y a los migrantes centroamericanos por estas desgracias de las que sus partidos y sus gobiernos son tan responsables como el gobierno federal. Ustedes, como el Presidente Calderón y los demás candidatos y partidos, parecen tener sólo imaginación para la violencia y la disputa. Continúan negándose a escuchar el corazón herido de la patria.

Esta herida que, a pesar de todo lo que hacen y dicen para no verla ni asumirla en su profunda gravedad, no pueden borrar, los increpa hoy y les pregunta. ¿Díganos, cómo con mayorías relativas –porque de ganar sólo ganarán con ellas– piensan gobernar y sanar en su emergencia nacional a está patria desmembrada? ¿Son ustedes tan soberbios para creer que en estas condiciones de emergencia nacional se puede gobernar sin la unidad de la nación? ¿Cómo harán, si ganan, para crearla y no convertirse en un nuevo administrador de la desgracia del país? ¿Cuál es su propuesta de paz, más allá de programas reconstructivos a largo plazo? ¿Qué propone para crear los instrumentos que permitan a la Ley General de Víctimas, recientemente aprobada, sin que el presidente se haya dignado a promulgarla, hacerse una realidad para ellas? ¿Cuál es su posición frente al asunto de las drogas y su propuesta para dejarlas de ver como un problema de seguridad nacional y enfrentarlas como un asunto de salud pública que ponga fin a esta guerra perdida. ¿Cómo, por lo tanto, van a generar una política que no nos subordine a la estrategia de seguridad nacional de los Estados Unidos? ¿Qué tiene que decirle a las víctimas de su partido que hoy están aquí frente a usted?.

A la candidata del Partido Acción Nacional, PAN Josefina Vázquez Mota

Para muchos, usted, señora Vázquez Mota, significa la continuidad de una política que nos ha sumido en el horror, la miseria y el despojo, el señalamiento duro a las corrupciones de los otros partidos, pero la incapacidad autocrìtica para ver las del suyo y la protección o la simulación frente a delincuentes o malos funcionarios de su partido que ocupan y ocuparon cargos políticos, incluso de Estado. Usted representa a un partido que nos debe la transición y que se ha corrompido a grados ignominiosos con el poder. Usted representa un partido que después de doce años deja como una de sus herencias un inmenso camposanto como patria.

Al candidato del Partido Revolucionario Institucional, PRI Enrique Peña Nieto

Para muchos, señor Peña Nieto, usted representa el regreso al pasado, es decir, el regreso al origen de la corrupción de las instituciones que hoy se desborda por todas partes y cuyo rostro no es sólo la violencia, el dolor, la corrupción, la impunidad y la guerra, sino la imposición de la presidencia imperial, el uso patrimonialista de la nación y la represión –Atenco, la respuesta descalificadora a los muchachos de la Ibero, la manipulación mediática frente a sus legitimas protestas, son sus señales más claras. Representa también el voto corrompido, el voto comprado, el voto no ciudadano, el de la miseria moral y el de la arrogancia y los intereses de los monopolios de la comunicación. Hoy está aquí presente el escritor Germás Dehesa que hasta el último día de su vida, como un signo de ética ciudadana, contó las noches que se acumulaban cargadas de los agravios de la fraudulenta gestión del exgobernador Arturo Montiel.

Al Candidato de la Alianza Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador

Para muchos, usted, señor López Obrador, significa la intolerancia, la sordera, la confrontación –en contra de lo que pregona su República Amorosa– con aquellos que no se le parecen o no comparten sus opiniones; significa el resentimiento político, la revancha, sin matices, contra lo que fueron las elecciones del 2006, el mesianismo y la incapacidad autocrítica para señalar y castigar las corrupciones de muchos miembros de su partido que incluso, contra la mejor tradición de la izquierda mexicana, no han dejado de golpear a las comunidades indígenas de Chiapas y de Michoacán o a los estudiantes Guerrero. Significa también la red de componendas locales con dirigentes que años atrás reprimieron a quienes buscaban un camino democrático, el señor Bartlet es sólo la punta del iceberg.

Al candidato de Nueva Alianza, Gabriel Quadri
Para muchos usted, señor Quadri, significa la usurpación de las candidaturas ciudadanas –que nos negaron junto con la Reforma Política—, la arrogancia y una doble moral que pretende reivindicar el liberalismo y criticar los monopolios mientras usted sostiene su campaña apoyado en la mafia de una cacique, que representa lo peor de nuestra clase polìtica, y en el poder de un sindicato corrupto que tiene secuestrada la educación de la patria, que usa a nuestros niños para el chantaje de más canonjías y posee una fortuna que, fruto de la corrupción nos ofende y nos indigna a todos.


La democracia en su sentido real, no es el voto ni las elecciones libres –aunque la apoyen–, no es una cuestión de administraciones institucionales ni de arreglos entre ellas y sus consejos especializados llamados partidos, cámaras y secretarías, mucho menos el libre mercado, es la dignidad de una nación que sólo aparece allí donde se generan relaciones de confianza y de apoyo mutuo más allá de cualquier interés de poder o de dinero ¿Cómo piensan darle vida a una democracia que sus partidos, la inoperancia del Estado que niega y reprime todo lo que no puede controlar, la criminalidad y los diversos y oscuros intereses del poder y del dinero nos han arrancado?

Estamos, como lo dijimos hace más de un año, no sólo en la misma “encrucijada sin salidas fáciles”, sino ante un proceso electoral atrapado en un callejón sin salidas. Ustedes saben que gane quien gane estas elecciones tendrán que enfrentarse a un suelo y a un tejido social destrozados que ustedes con sus divisiones, sus interes, sus pleitos, no están ayudando a rehacer sino a desgarrar más. Hoy parece que las urnas electorales no alcanzarán para responder a los sueños rotos de la patria.

Nosotros, sin embargo, no hemos dejado de insistir en una unidad nacional. No hemos venido aquí, por lo tanto, a apoyar a ninguno de ustedes, sino a emplazarlos, como ya lo hicimos aquel 8 de mayo de 2011, a construir, permítanme reiterarlo una vez más, “una unidad nacional que le permita a la nación rehacer su suelo. ¿Cómo pueden ustedes, más allá de sus intereses de partido, cooperar con esa voz que nosotros hemos escuchado en nuestro peregrinar por toda la república, esa voz que los universitarios hacen oir en las calles y en las redes sociales, y que hemos escuchado en español, náhuatl, purépecha, tseltal o wirrárika, lo mismo en Acteal que en Ciudad Juárez, esa voz que exige democracia, paz, justicia y dignidad?

Además opinamos que hay que respetar los Acuerdos de San Andrés y el etcétera, etcétera, que nos deben a los mexicanos.


**Estas palabras fueron leídas  a todos los candidadatos y a la candidadata, y en el parráfo marcado fue dirigido acada uno en “Diálogos por la Paz” en el Castillo de Chapultepec, México D.F a 28 de mayo de 2012.

sábado, 26 de mayo de 2012

Como hacer para que tus hijos NO lean.

No «hay que leer». Ya lo decía el escritor francés y profesor de literatura Daniel Pennac en el ensayo «Como una novela» con el que lleva abriendo la mente a muchos padres y educadores desde hace 20 años: el verbo leer, como el amar o el soñar, «no soporta el imperativo». Leer es un derecho, no un deber. Es inútil obligar a leer y además resulta contraproducente porque no se transmite una afición por la fuerza.
No se contagia un «virus» que no se tiene. Si los padres no leen o sus hijos no les ven leer, difícilmente podrán convencerles de que se lo van a pasar bien leyendo. Las personas a las que les gusta leer normalmente han tenido algún familiar que les ha transmitido la pasión por los libros. La falta de tiempo no es excusa porque cuando algo realmente se quiere, se busca el tiempo, insiste Pennac.
La lectura, no siempre en soledad. Leer a un niño «es una práctica fundamental, tal vez la más importante y eficaz sobre todo con los niños que tienen dificultades para leer y les cuesta un gran esfuerzo», señala el maestro, licenciado en Historia y logopeda Pablo Pascual Sorribas. Al escuchar a sus padres, comprenden mejor el mensaje y disfrutan con la historia.
¿...y por qué en silencio? «¡Extraña desaparición la de la lectura en voz alta. ¿Qué habría pensado de esto Dostoievski? ¿Y Flaubert? ¿Ya no tenemos derecho a meternos las palabras en la boca antes de clavárnoslas en la cabeza? ¿Ya no hay oído? ¿Ya no hay música? ¿Ya no hay saliva? ¿Las palabras ya no tienen sabor? ¡Y qué más! ¿Acaso Flaubert no se gritó su Bovary hasta reventarse los tímpanos? ¿Acaso no es el más indicado para saber que la comprensión del texto pasa por el sonido de las palabras de donde sacan todo su sentido?», escribía Pennac.
No al constante «¿qué has leído?». Examinar a los niños de cada capítulo o cada libro convierte un placer en un examen, con la ansiedad que de ello se deriva. Conversar sobre un libro que se ha leído fomenta la lectura, siempre que para el niño no se sienta en un banquillo. Es el «derecho a callarse» de todo lector, porque ¿a quién no le molesta que le pregunten qué ha entendido?
No a los clásicos por obligación. La escritora Ángeles Caso describía en el artículo «Lectores del siglo XXI» como se enamoró de la literatura: «No recuerdo que me padre me negase nunca un libro. Ni por bueno ni por malo, ni por demasiado sencillo ni por demasiado complicado, ni por moral ni por inmoral. En mi casa leíamos con la misma fruición los «Cuentos del conde Lucanor» y las historietas de Tintín, el «Poema del Cid» y las trastadas de Guillermo Brown...». Y añadía: «Si alguna vez le devolví un libro sin terminarlo, lo recogió con la misma sonrisa con que me lo había entregado, sin hacerme sentir culpable o tonta por mi desinterés». Los padres pueden alentar y estimular, pero los lectores tienen derecho a elegir.
No al «hasta que no lo acabes, no hay televisión». La televisión se convierte así en un premio y la lectura en un trabajo, en el peaje necesario hasta la tele, una contradicción. Y puede ser la tele, o la consola...
Miguel de Cervantes decía: «El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho». No pongamos zancadillas.

viernes, 25 de mayo de 2012

La casa de mi padre: 6

Una verdadera mala película. En sus ansias de parodiar y burlarse del mal cine y de las malas novelas mexicanas, le hecharon tantas ganas que crearon una pésima película: aburrida y sin chiste.

martes, 8 de mayo de 2012

¿Privacidad en estos tiempos?


1
Hace pocos días asistimos a un nuevo episodio en la saga de las compras por cifras siderales en el mundo de internet. Facebook se quedó con Instagram, una aplicación para editar y compartir fotos en redes sociales, a cambio de 1,000 millones de dólares. Entre los infinitos comentarios que suscitó la noticia, alguien señaló en Twitter lo curioso del hecho que en 18 meses Instagram alcanzara el valor de mercado que a The New York Times le llevó 116 años de historia. Un blog que glosa tal tuit exclama: “¡Los tiempos modernos van muy rápido!”.
Más allá de la broma, es cierto: los tiempos en la era de internet van muy rápido. ¿Cuánto hace que abriste tu cuenta de Facebook? ¿Y cuánto pasó desde entonces hasta que esa plataforma se convirtiera en uno de los ejes de tu vinculación con los demás, con el mundo?

2
El caso de Google es aún más notorio. Hace tres lustros, Larry Page y Sergey Brin eran apenas dos jóvenes que terminaban sus doctorados en la Universidad de Stanford. Poco después, crearon un motor de búsquedas en internet que les permitió fundar una empresa que desarrolló muchas aplicaciones que cambiaron la historia del mundo. Suena exagerado, pero ¿alguien imagina hoy una vida sin Google?
De pronto, la tortilla parecía haber dado vuelta: era el turno de que ganaran los buenos, una empresa “distinta”, cool, con buenas intenciones y empleados trabajando en condiciones idílicas, empujada por el afán de hacer que la vida de todos sea mejor, colorida como su logo, con tantas posibilidades como resultados se obtienen al buscar cualquier cosa. Voy a tener suerte, por supuesto, si Google está de mi lado… pero eso ya no está tan claro. Los tiempos modernos van muy rápido, y unos pocos años bastaron para que Google echara por la borda todo ese encanto y se convirtiera, –para mucha gente– en un monstruo que despierta recelos, reticencias y rechazos. Temores y temblores. ¿Por qué?

3
En su libro Desnudando a Google (Ediciones Deusto, 2012), el español Alejandro Suárez Sánchez-Ocaña recorre de manera exhaustiva la historia de la empresa de Mountain View y propone respuestas a esa interrogante. Los problemas son muchos, plantea, pero sobre todo uno: que la gran G haya conformado en unos cuantos años la mayor base de datos de la historia. Con sus múltiples productos, ha llegado a casi todos los resquicios de nuestras vidas, de manera tal que hoy en día casi no tenemos secretos para Google. “¿Crees saber lo que sabe Google de ti? Multiplícalo por cien y estarás en lo cierto”, afirma el autor.
Toda esa información en manos de una empresa privada entraña un riesgo mayúsculo: el de nuestra privacidad. Por ahora, el gigante usa la información solo con fines publicitarios (¿no sientes una extraña inquietud cuando junto a tus correos de Gmail ves anuncios relacionados con el contenido de tus mensajes?), pero eso puede cambiar en cualquier momento. No lo digo yo: lo dice la propia “Política de privacidad” de Google.
Algunos factores potencian los riesgos hasta límites insospechados. La empresa ha crecido tanto que ejerce un monopolio en múltiples áreas; la publicidad en internet es solo una de ellas. Además, pelea palmo a palmo contra otros gigantes (un ejemplo: Android, el sistema operativo para teléfonos móviles con el que enfrenta al iPhone) y prepara disputas aún mayores, como el lanzamiento de Chrome OS, el sistema operativo que rivalizará con Windows. Su poder le permite imponer condiciones (o directamente chantajear) a conglomerados de medios tradicionales, bibliotecas con siglos de historia, organismos oficiales de todo tipo e incluso gobiernos nacionales. Por si fuera poco, para Washington constituye un aliado perfecto.
“Hemos creado un monstruo”, se consterna Suárez. “Google no es el ‘Gran Hermano’ de Orwell. Este no le llegaría ni a la suela de los zapatos”.

4
Sin embargo, Google observa a Facebook como el campeón de boxeo que domina todos los pesos pero sabe que un púgil más joven avanza imparable y tendrá que enfrentarlo más tarde o más temprano. Lo ve nutrirse, extender sus tentáculos, crecer. Lo ve venir. El alimento es el mismo para ambos: nuestros datos personales, nuestra privacidad, que les seguimos regalando día a día tan contentos. Me gusta+1. ¿Vamos a tener suerte?
Por fortuna y por desgracia, los tiempos modernos van muy rápido, así que en breve esta historia nos deparará nuevos capítulos.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Aqui entre nos: 10.

Ochoa como siempre exacto para el personaje protagonista: Un arquitecto que ha perdido su trabajo y que tiene otra relación con casa chica y todo. Tiene tres hijas, dos de ellas ya mayores de edad y tiene que enfrentarse con la calentura de una de ellas y con la próxima boda de la mayor.
Pero el problema mayor lo tiene con sus esposa que al enterarse de sus andanzas, le pagó con la misma moneda: también tenía su quelite, el cual era un chistoso y decrépito anciano.

Divertidísima se puso la muvi cuando muestra todas las viscicitudes que tuvieron que pasar para volver a estar juntos, ya que se divorciaron en la modalidad express. Al final, agraciadamente, regresan a estar juntos y se olvidaron sincera y naturalmente de sus respectivos "quelites".

Los libros y los presidentes - Total acuerdo.

Por Daniel Salinas Basave*
*El autor es periodista y ganador del premio Estatal de Literatura categoría Ensayo.
La historia de México está llena de presidentes que jamás leyeron un libro en su vida. Vaya, llegamos al extremo de tener presidentes que ni siquiera sabían leer. Vicente Guerrero, héroe de la patria y segundo mandatario en la historia de la República, nunca aprendió a leer y padeció horrores para pronunciar su discurso en su toma de posesión el 1 de abril de 1829.
Pero con toda franqueza, era comprensible y hasta justificable que don Vicente no supiera leer. Un presidente encarnado en el corazón del pueblo, era coherente en su analfabetismo con un pobre país donde más del 90% de la gente no sabía distinguir las letras. De origen muy humilde, este mulato fue un arriero que se sabía de memoria las veredas y los desfiladeros de las sierras del Sur y que tenía una inteligencia natural para el combate en inferioridad numérica y de armamento.
Benito Juárez aprendió a leer a los 18 años, pero sin duda aprendió muy bien. Porfirio Díaz no era analfabeto, pero tampoco era un consumado lector y algo me hace pensar que Victoriano Huerta tampoco era un derroche de cultura, lo mismo que Álvaro Obregón, que pese a ser autor de un libro donde narra sus memorias de campaña, no lo imagino entregado a la lectura.
Ser culto tampoco garantiza ser buen presidente. José López Portillo sin duda leyó muchísimos libros (y escribió otros tantos) y seguro estoy que hubiera respondido con maestría y soberbia si un reportero le hubiera preguntado por los libros que marcaron su vida.
El problema con Enrique Peña Nieto va más allá de su analfabetismo semifuncional. El problema está en lo que hay detrás de esa absoluta ignorancia, de esa superficialidad rampante, de esa barata filosofía de las 140 palabras que le basta para ser favorito en las encuestas.El problema está en el hueco absoluto y el vacío abismal que hay dentro de la cabeza que sostiene ese ridículo copete.El analfabetismo de Peña no me sorprende. Su figura encarna al perfecto bobo que no lee un libro en su vida. Lo que me sigue sorprendiendo y me genera una crisis de rabia e impotencia, es que semejante imbécil sea el favorito para ser el próximo Presidente de México. Vaya, en un país de más de 100 millones de habitantes, donde hay luchadores sociales, científicos, pensadores, profesores, activistas y millones de seres humanos de carne y hueso a los que nos corre sangre por las venas, un cabeza hueca es la única persona que puede soñar con la Presidencia. Lo grave no es Peña, sinoel pobre y desgraciado país que va a votar por él.
Lo que me aterra no es la absoluta falta de ideas en la cabeza vacía del mexiquense.
Lo que de verdad me aterra es la cabeza vacía de un país que lo tiene en la cima de sus preferencias. El liderato de Enrique en las encuestas unpésimo síntoma como nación, una señal clara o un termómetro que indica el bajísimo nivel de nuestra autoestima, lo desechables que son nuestros principios si es que existen.
Pienso en los otros candidatos favoritos que hemos tenido en épocas preelectorales y caigo en cuenta de que nunca habíamos caído tan bajo como con el fantoche del copete. Cierto, Vicente Fox no ha leído muchos más libros que Peña. El guanajuatense de las botas es ignorante hasta el hartazgo (y miren que Borges es algo así como una liturgia en mi vida, pero aún así se lo perdono). La diferencia es que a Fox le corría sangre por las venas. Tarado, bruto, dicharachero, pero con una innegable dosis de honestidad que lo hacía humano.
Puedo entender que un votante estuviera enamorado de Fox y me parece comprensible que hubiera carisma en esas botas con bigote. Sin ser un derroche de cultura, seguro estoy que Andrés Manuel López Obrador ha leído muchos más libros que Peña y Fox juntos. Intolerante, ideático, mesiánico y delirante, AMLO no me gustaba nada y de hecho voté en su contra en 2006, pero aun así entendía perfectamente que pudiera seducir a un votante. Pese a todos sus defectos, AMLO me parece una persona honesta, con convicciones, con ideas y sobre todo, con sangre en las venas y un corazón en el pecho.
Entiendo que Fox y López Obrador hayan sido en su momento favoritos y hayan motivado a millones de mexicanos a darles su voto, pero con toda franqueza y con brutal honestidad, debo confesar que aún no puedo entender cómo alguien pueda siquiera considerar darle un voto a Peña Nieto. Con todo y sus defectos y sus fanatismos, Fox y AMLO me parecían tipos honestos. Tipos de verdad.
Peña Nieto me parece la encarnación de la falsedad, de la hipocresía, de la superficialidad. Nada, absolutamente nada me parece auténtico en ese producto del teleprompter, de la frase vacía, del concepto prefabricado. Si Peña se convierte en presidente de México, será la confirmación y el triunfo de la teoría un libro que es ya un clásico y que por supuesto Enrique no ha leído ni sabe que existe. Me refiero al genial Homovidens de Giovanni Sartori.La mexicana es una sociedad teledirigida, una sociedad que le cree ciegamente a López Dóriga y al Teletón.
El triunfo de Peña es el triunfo de esos ridículos platos azules de Ve Tv que infestan como una plaga los desvencijados techos de lámina de las comunidades más pobres de México. El candidato perfecto para una sociedad apática, resignada y apocada a la que no le queda nada mejor que hacer que ver la tele.
El triunfo de Peña confirmaría al peor México.
Como consuelo debo agradecerle a ese ignorante que me haya ayudado a tener las cosas claras. Por lo menos tengo la absoluta convicción de quién no quiero que gane las elecciones.