miércoles, 27 de mayo de 2015

Promesa de vida (The water diviner): 10

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En 1915, durante la primera guerra mundial, Australia invadió a Turquía, millones de personas murieron. Entre los soldados que invadieron estaban los tres hijos de una familia, los cuales fueron reclutados -como siempre-, por el estado Australiano.

El papá de esa familia, interpretado por Russel Crowe, era muy dedicado a sus hijos y siempre les leía historias, entre ellas, la de la alfombra mágica, que para empezar a volar debían pronunciar la palabra mágica "gontu".

La historia gira en que los muchachos nunca regresaron y los daban por muertos, era tanta la tristeza de la madre que se suicidó. En realidad el Papá nunca aceptó que estén muertos, por lo que sale en su búsqueda en Lone Pine, Australia actualmente. Ese lugar era un cementerio natural gigantesco, miles de personas fallecieron ahí, pero el tenía cierto don para encontrar agua y otras cosas, de ahí el título en ingles "The water diviner ", por lo que encontró el lugar exacto donde estaban enterrados en forma natural los restos de sus hijos.

Encontró únicamente a dos, faltando los restos de Arthur. Por lo que continuó su búsqueda hallándolo en uno de tantos poblados que ahí existían. El encuentro fue dramático, el muchacho que se encontraba en estado deplorable y le contó que nunca regresó a casa por que se sentía culpable, ya que el le había prometido cuidar de sus hermanos, a uno de los cuales el tuvo que matar, para evitar que siga sufriendo.

Excelente.
 
Recopilado:
Ambientada en 1919, tras el término de la Primera Guerra Mundial, Connor, (Russell Crowe) un padre de familia australiano, parte en busca de sus tres hijos desaparecidos durante el conflicto bélico.
Su vida y la de su esposa Eliza quedaron marcadas por la pérdida de sus hijos. Lamentablemente la madre no pudo soportar no volver a verlos y decide ponerle fin a su vida.
Connor arrodillado al pie de su tumba le promete encontrarlos, traerlos de regreso a casa y enrumba hacia Estambul en donde conoce a Ayshe (Olga Kurylenko) la administradora de un hotel.
Luego partirá con destino a la península de Galípoli en Turquía, donde encontrará un pequeño atisbo de esperanza y no dejará que nada se interponga entre él y su promesa.
 

Tomorrowland: 8

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George Clooney es protagonista de esta historia futurista, donde gente del futuro crea "un puente" entre el presente y futuro,  mediante unas medallitas maravillosas. Por momentos la película tiene tintes ecologistas. A la historia le falta el "eslabón perdido" para encajar como una muvi interesante.

martes, 19 de mayo de 2015

El Anticristo - Friedrich Nietzsche: 10



 
Debería llamarse mejor El Anticristianismo, ya que Nietzche -según entendí-, nunca escribe algo en "contra" de Cristo, pero si denosta, denigra, insulta, evidencia y muestra los peores errores de concepción y operación sistemática del Cristianismo, el cual, Cristo, como escribe Rius, no creo que lo haya concebido tan jodido e hipócrita como la historia nos ha demostrado.

Por cierto, Rius me parece la versión mexicana de Nietzche, ya que ha escrito varios libros donde expone el gran error del Cristianismo, sobre todo de la grey Católica, de la cual -dicho sea de paso-, formo parte por inercia.

Nietzche, presenta la obra por ideas numeradas serialmente, desarrollando poco a poco la idea principal: su desprecio total por las personas dejadas, hipócritas, mojigatas parásitos de la sociedad, que no quieren pensar más allá, teniendo en los sacerdotes y pastores sus mayores representantes. La estructura de la obra me recuerda mucho otra del mismo autor: Así habló Zaratustra.

Algunas frases de esta obra:
“Bendito sea el que olvida, porque a él pertenece el paraíso.”
Cuántos hombres se precipitan hacia la luz, no para ver mejor sino para brillar.”
“De nadie estamos más lejos que de nosotros mismos.”
“El cristianismo dio de beber veneno a Eros: éste, ciertamente, no murió, pero degeneró convirtiéndose en un vicio.”
“El Hombre, en su orgullo, creó a Dios a su imagen y semejanza.”
“Es inhumano bendecir cuando nos han maldecido.”
“Fe significa no querer saber la verdad.”
“Hay espíritus que enturbian sus aguas para hacerlas parecer profundas.”
“La decisión cristiana de considerar que el mundo es feo y malo ha hecho al mundo feo y malo.”
“La única diferencia entre Dios y yo es que yo existo.”
“Lo absurdo de una cosa no prueba nada contra su existencia, es más bien condición de ella.”
“No puedo creer en un Dios que quiera ser alabado todo el tiempo.”
“Si solo se dieran limosnas por piedad, todos los mendigos hubieran muerto de hambre.”

Semblanza recopilada:

Friedrich Nietzsche

(Röcken, actual Alemania, 1844-Weimar, id., 1900) Filósofo alemán, nacionalizado suizo. Su abuelo y su padre fueron pastores protestantes, por lo que se educó en un ambiente religioso. Tras estudiar filología clásica en las universidades de Bonn y Leipzig, a los veinticuatro años obtuvo la cátedra extraordinaria de la Universidad de Basilea; pocos años después, sin embargo, abandonó la docencia, decepcionado por el academicismo universitario. En su juventud fue amigo de Richard Wagner, por quien sentía una profunda admiración, aunque más tarde rompería su relación con él.

Friedrich Nietzsche
La vida del filósofo fue volviéndose cada vez más retirada y amarga a medida que avanzaba en edad y se intensificaban los síntomas de su enfermedad, la sífilis. En 1882 pretendió en matrimonio a la poetisa Lou Andreas Salomé, por quien fue rechazado, tras lo cual se recluyó definitivamente en su trabajo. Si bien en la actualidad se reconoce el valor de sus textos con independencia de su atormentada biografía, durante algún tiempo la crítica atribuyó el tono corrosivo de sus escritos a la enfermedad que padecía desde joven y que terminó por ocasionarle la locura.
Los últimos once años de su vida los pasó recluido, primero en un centro de Basilea y más tarde en otro de Naumburg, aunque hoy es evidente que su encierro fue provocado por el desconocimiento de la verdadera naturaleza de su dolencia. Tras su fallecimiento, su hermana manipuló sus escritos, aproximándolos al ideario del movimiento nazi, que no dudó en invocarlos como aval de su ideología; del conjunto de su obra se desprende, sin embargo, la distancia que lo separa de ellos.
Entre las divisiones que se han propuesto para las obras de Nietzsche, quizá la más sincrética sea la que distingue entre un primer período de crítica de la cultura y un segundo período de madurez en que sus obras adquieren un tono más metafísico, al tiempo que se vuelven más aforísticas y herméticas. Si el primer aspecto fue el que más impacto causó en su época, la interpretación posterior, a partir de Heidegger, se ha fijado, sobre todo, en sus últimas obras.
Como crítico de la cultura occidental, Nietzsche considera que su sentido ha sido siempre reprimir la vida (lo dionisíaco) en nombre del racionalismo y de la moral (lo apolíneo); la filosofía, que desde Platón ha transmitido la imagen de un mundo inalterable de esencias, y el cristianismo, que propugna idéntico esencialismo moral, terminan por instaurar una sociedad del resentimiento, en la que el momento presente y la infinita variedad de la vida son anulados en nombre de una vida y un orden ultraterrenos, en los que el hombre alivia su angustia.
Su labor hermenéutica se orienta en este período a mostrar cómo detrás de la racionalidad y la moral occidentales se hallan siempre el prejuicio, el error o la mera sublimación de los impulsos vitales. La «muerte de Dios» que anuncia el filósofo deja al hombre sin la mezquina seguridad de un orden trascendente, y por tanto enfrentado a la lucha de distintas voluntades de poder como único motor y sentido de la existencia. El concepto de voluntad de poder, perteneciente ya a sus obras de madurez, debe interpretarse no tanto en un sentido biológico como hermenéutico: son las distintas versiones del mundo, o formas de vivirlo, las que se enfrentan, y si Nietzsche ataca la sociedad decadente de su tiempo y anuncia la llegada de un superhombre, no se trata de que éste posea en mayor grado la verdad sobre el mundo, sino que su forma de vivirlo contiene mayor valor y capacidad de riesgo.
Otra doctrina que ha dado lugar a numerosas interpretaciones es la del eterno retorno, según la cual la estructura del tiempo sería circular, de modo que cada momento debería repetirse eternamente. Aunque a menudo Nietzsche parece afirmar esta tesis en un sentido literal, ello sería contradictorio con el perspectivismo que domina su pensamiento, y resulta en cualquier caso más sugestivo interpretarlo como la idea regulativa en que debe basarse el superhombre para vivir su existencia de forma plena, sin subterfugios, e instalarse en el momento presente, puesto que si cada momento debe repetirse eternamente, su fin se encuentra tan sólo en sí mismo, y no en el futuro.