martes, 22 de noviembre de 2011

20 preguntas a Eduardo Varas, Ecuador.

1. ¿Escribir sobre lo público o lo privado?

Escribir sobre lo que quieras, pero escribir bien.

2. ¿Escribir de día o de noche?

De día. En la noche hay que atender diversos roles en casa.

3. ¿Cuál es la obra literaria más sobrevalorada?

La subasta del lote 49, de Thomas Pynchon. A lo mejor el sobrevalorado es “mi yo lector”, pero hasta ahora no encuentro nada que me permita dialogar con esta novela… y eso que la he leído más de una vez.

4. ¿Y la injustificadamente olvidada?

The Thin Red Line, de James Jones. Si bien el director Terrence Malick se encargó de darle la importancia que se merece con la hermosa película que hizo basada en esta novela.

5. ¿La obra maestra que nunca ha leído y quizá ha dicho que sí?

Los miserables, de Víctor Hugo.

6. ¿Cuál es el secreto literario mejor guardado?

Los manuscritos por ahí guardados de escritores fallecidos y que deberían permanecer en ese estado: leyendas.

7. ¿Hace daño el culto al escritor?

Sí, especialmente para escribir algo valioso.

8. ¿Cómo reaccionaría si descubriera miles de copias piratas de sus libros en el mercado negro?

Lo celebraría con una botella de vino, y luego iría a arreglar mis pagos de derecho de autor con los “piratas” con una Colt 9mm escondida en el gabán.

9. ¿El Estado debe pagar para que los escritores escriban?

No. El Estado tiene que preocuparse de cosas más importantes y el escritor debe escribir con cierta conciencia de abandono, de riesgo y de vértigo.

10. ¿La “escritura creativa” puede aprenderse en un taller?

No, pero en un taller se puede pasar un buen rato con gente que también quiere escribir.

11. ¿Qué es un best-seller?

Un libro que a muchos ha gustado. Nada más.

12. ¿Qué hábito envidia de otro escritor?

La disciplina para escribir.

13. ¿Qué eslogan propondría para una campaña nacional de lectura?

“Un libro es un arma semiautomática. Lee uno y mátalos a todos”.

14. ¿Si fuera libro cuál sería?

Ubik, de Philip K. Dick.

15. ¿Cuál fue el primer libro que robó o debió haber robado?

Una novelita lumpen, de Roberto Bolaño… como lugar común.

16. ¿Raya los libros?

Siempre. No concibo los libros sin rayones. Un libro te hace daño, te cambia la cabeza, te vuela los sesos y esa relación debe ser recíproca.

17. ¿Con qué cliché literario se (le) identifica?

Me dicen que me autopromociono de manera exagerada… y me río, porque si tuviera ese “don” conmigo estaría trabajando para la Coca Cola y tendría un Pontiac en mi garage.

18. Si estuviera en su poder ser obedecido como gobernante, ¿qué regla le impondría a los ciudadanos?

Que no crean en nada de lo que yo les diga, como hay que hacer con todos los gobernantes.

19. ¿Qué muerte célebre, de algún personaje real o de ficción, le gustaría tener?

La de Juan Dahlmann, de El sur, de Jorge Luis Borges. Claro, no me interesa el desenlace, pero sí agarrar con firmeza el cuchillo.

20. Si este es su último aliento, ¿cuáles son sus últimas palabras?

“Esta novela no salió tan mala. La siguiente deberá tener menos errores”.

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